Trastorno déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

¿En qué consiste el TDAH?

El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno neurobiológico que afecta principalmente a niños y, en menor medida, a adultos. Se caracteriza por dificultades persistentes en la atención, la hiperactividad y la impulsividad, que son desproporcionadas con respecto al nivel de desarrollo y edad del individuo.

Las personas con TDAH pueden tener dificultades para prestar atención a tareas o actividades, mantener la concentración, seguir instrucciones, organizar tareas, completar proyectos, recordar citas y controlar impulsos. Además, pueden presentar una tendencia a moverse constantemente, inquietud motora y dificultades para estar quietos en situaciones que lo requieren.

El TDAH puede afectar significativamente la vida diaria de una persona, tanto en el ámbito académico como en el social y emocional. Puede interferir con el rendimiento escolar, las relaciones personales y el funcionamiento general en diversas áreas de la vida.

¿Se conoce la causa del TDAH?

Aunque no se conoce la causa exacta del TDAH, se cree que factores genéticos, neurobiológicos y ambientales pueden contribuir a su desarrollo. El diagnóstico del TDAH se basa en una evaluación clínica exhaustiva, que puede incluir la recopilación de información sobre el comportamiento y los síntomas del individuo, así como la observación de su funcionamiento en diferentes contexto.

Síntomas principales

Los síntomas principales del TDAH pueden variar en cada individuo, pero generalmente se agrupan en tres categorías principales:

Dificultades de atención:
  • Dificultad para prestar atención a los detalles y cometer errores descuidados en tareas o actividades.
  • Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades, especialmente en situaciones que no son de interés personal.
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  • Dificultad para seguir instrucciones y completar tareas o deberes.
  • Olvida fácilmente las cosas necesarias para realizar tareas o actividades diarias.
  • Pierde objetos necesarios para tareas o actividades.

Hipermetropia

Hiperactividad:
  • Inquietud motora, como la incapacidad de estar quieto en situaciones donde se espera que se esté tranquilo.
  • Movimientos excesivos de manos o pies, inquietud en el asiento.
  • Dificultad para jugar o participar en actividades de manera tranquila.
  • Excesiva charla o habla demasiado rápido.
  • Dificultad para esperar el turno apropiado en situaciones sociales o en actividades de grupo.
  • Interrupción o intromisión en las conversaciones o actividades de otros.
  • Impulsividad en la toma de decisiones sin considerar las consecuencias.
  • Dificultad para controlar las emociones y reacciones impulsivas.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas deben estar presentes en múltiples entornos (por ejemplo, hogar, escuela, trabajo) y causar un deterioro significativo en el funcionamiento diario de la persona antes de considerar un diagnóstico de TDAH. Además, el diagnóstico debe ser realizado por un profesional de la salud capacitado.

Tratamiento

El tratamiento del TDAH generalmente implica una combinación de enfoques que pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Los principales métodos de tratamiento son los siguientes:

  • Terapia educativa y psicoeducación: Este enfoque implica brindar información y educación tanto a la persona con TDAH como a sus familiares sobre el trastorno, sus características y estrategias para manejarlo. Se pueden proporcionar habilidades y técnicas de organización, manejo del tiempo y estudio para mejorar el rendimiento académico y las habilidades de atención.
  • Terapia conductual: La terapia conductual se enfoca en enseñar habilidades específicas para abordar los desafíos asociados con el TDAH. Esto puede incluir técnicas de modificación de conducta, establecimiento de metas, refuerzo positivo y estrategias de autorregulación. Se pueden desarrollar planes de manejo del comportamiento para abordar problemas como la impulsividad, la hiperactividad y la falta de atención.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ser beneficiosa para aquellos con TDAH que también presentan problemas de autoestima, ansiedad o dificultades emocionales. Ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y a desarrollar habilidades de afrontamiento para manejar los desafíos del TDAH.
  • Medicación: En algunos casos, se puede considerar el uso de medicamentos estimulantes, como el metilfenidato o la anfetamina, para ayudar a controlar los síntomas del TDAH. Estos medicamentos pueden ayudar a mejorar la atención, reducir la hiperactividad y controlar los impulsos. El uso de medicación debe ser evaluado y supervisado por un médico especialista, como un psiquiatra.

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